Real Monasterio de San Jerónimo
Este recinto se conoce como Claustro de la Emperatriz porque en él residió, en 1526, Isabel de Portugal, la esposa de Carlos Primero, rey de España y Quinto Emperador del Sacro Imperio.
Tras su matrimonio en 1526, Carlos e Isabel viajaron a Granada y, tras presenciar varios terremotos,
la Emperatriz decidió alojarse en el Monasterio de San Jerónimo, por considerarlo un lugar más seguro. Durante su estancia en estas tranquilas dependencias, quedó embarazada del que sería el deseado heredero, que un día reinaría con el nombre de Felipe II.