Real Monasterio de San Jerónimo
En el Monasterio de San Jerónimo de Granada se organizan una serie de dependencias donde destaca el refectorio, lugar donde la comunidad se reunía para comer y, la sala profundis, llamada así por ser la estancia donde los monjes entonaban el Salmo 129.
También se encuentra la Sala Capitular que cuenta con la lápida sepulcral de Pedro Ramiro de Alva, prior del monasterio y arzobispo de Granada entre 1526 y 1528.
Finalmente, en la sacristía, cobra protagonismo una mesa calicera de mármol procedente de El Carmen de los Mártires.